¡Hasta siempre Neminis Terra!

26 de octubre de 2014

Todos recordamos la sensación que se siente al embarcarse en un proyecto del que no sabes absolutamente nada, nada más que lo que averiguaste preguntando. Esa inseguridad de si sabremos que hay que hacer, si lo haremos bien, si alguien nos leerá. También la timidez que sientes entre la gente que participa, aunque a algunos los conozcas de tiempo atrás. Cuando esto pasa, cuando empiezas a sentirte a gusto con esas personas tan semejantes a ti y a la vez tan diferentes, abiertas y simpáticas, te das cuenta de que el proyecto llega a su fin. Y el día en que las puertas se cierran miras virtualmente a la gente con la que te has reencontrado, tras tiempo sin hablar y sonríes. Miras a las personas que no conocías y con las que te has pasado hablando dos meses por el móvil y sonríes con más fuerza. Y te das cuenta, sin duda alguna, que lo único que os separa a todos son los kilometros porque ahora hay algo que os une. Se llama Neminis Terra y aunque ha terminado es cómo un lazo que une a todos los que os habéis atrevido a reinar sobre vuestros relatos. Hoy se han cerrado las puertas de Neminis Terra, sí, pero dentro de poco se abrirán nuevas puertas y la luz de los nuevos proyectos bañará nuestras mentes, abrirá de nuevo nuestras ventanas a la inspiración y juntos caminaremos hacia un nuevo mundo. ¿Qué seremos esta vez de nuestros relatos? ¿Constructores? ¿Pintores? ¿Científicos? ¿Niños? ¿Mendigos? ¿Adónde nos conducirán los proyectos que se avecinan?

Con este pequeño texto quiero agradecer a Emily, a Garonne y a Étincelle por haber ideado Reivindicado Blogger y sobre todo por habernos dado esta gran oportunidad de participar en este maravilloso proyecto. Si nosotros hemos sido los reyes de nuestro relato ellos han sido los pilares del proyecto. Han tenido una paciencia extraordinaria, han soportado los hasta 1000 mensajes por día en whatsapp y sobre todo, han conseguido llevar adelante este barco hacia su puerto. No sabéis hasta que punto me alegro de haberle preguntado a Emily aquel día de verano sobre el proyecto y de haber participado. Creo que ya he expresado bien todo en el párrafo anterior y que ya he dicho lo contenta que estoy de haber conocido a personas tan maravillosas. En Navidades me daré un maratón con los relatos que me quedan y ya estoy deseandolo. 

¡Hasta siempre Neminis Terra!
¿A qué esperáis para leer el legado de Neminis Terra?

REYES DE NEMINIS TERRA
Angellica L'arc en Ciel http://angellicasplace.blogspot.com.es/

La sangre de una Svallian. Neminis Terra.

7 de octubre de 2014

Y aquí vengo yo hoy a dejaros el relato del proyecto Neminis Terra. Entrad a la web del proyecto, donde se harán más cosas de estas, y leed los relatos que hay ya publicados. No os arrepentiréis. Espero el mío os guste y ya sabéis cualquier sugerencia para que mejore es bienvenida. Y por último quiero agradecer a los administradores, que tantas han aguantado, esta oportunidad y el magnífico proyecto. Y ya dejo de irme por las ramas.


Reivindicando Blogger
REIVINDICANDO BLOGGER: NEMINIS TERRA
 
 La sangre de una Svallian


No podía imaginar la jugada qué me deparaba el destino, ni tampoco el precio que iba a pagar por ser una Jinai Mensei. Aun sabiéndolo creo que huir no hubiera sido lo primero que se hubiera pasado por mi cabeza. Los Svallian no huyen y yo pertenezco a ellos. 

Mi nombre es Heline Svallian, pertenezco a la línea de sangre de los Svallian, familia noble y poderosa cuyo lema es ‘El Deber de la sangre, la sed de Justicia’. En la familia todos somos guerreros, bueno, la mayoría, siempre tiene que haber alguien en política. Yo no era una simple guerrera. Era un Jinai Mensei, también denominada Jinete Mensajera. Y la historia que viene a continuación es la historia de cómo morí, de cómo me perdí en la bruma de los olvidados y cómo por mi culpa habría de desencadenarse la guerra en las tierras de Raisinia.

Hijas del bosque

5 de octubre de 2014

El frío entraba entre las rendijas y se colaba por cada grieta de la cabaña. No resistiríamos demasiado tiempo y sin embargo debíamos hacerlo. Huíamos del pasado y de todos nuestros recuerdos. Y sin embargo, allí jamás nos encontrarían. Allí podíamos volvernos locas sin que nadie se diese cuenta. Kara estaba acurrucada junto a mí aferrándose a la manta que se había llevado consigo. Era tan pequeña que dolía pensar todo lo que habíamos pasado hasta encontrar un techo. Aunque ese techo estuviese a punto de caerse. Desde donde estábamos sentadas veíamos el paisaje que se expandía desde las ventanas. Altas montañas que sólo con verlas nos helaban los huesos. Nadie nos encontraría, por lo menos nadie humano. ¿Qué era aquello? ¿Una pesadilla? ¿Un simple sueño? ¿O era real? Eso es lo que más se clavaba en mi corazón, que fuera horriblemente real.

Recordaba lo que mi pequeña hermana y yo habíamos visto. Ella no era del todo consciente pero si lo suficiente para llorar y comprender que nada volvería a ser como antes. Pero en cuanto vi lo sucedido recordé las historias de madre para mandarnos a dormir. Fue en ese momento en el qué supe que los monstruos existen más allá de las pesadillas.